domingo, 30 de septiembre de 2012

Testigo de una leyenda

Como fotografía, propiamente dicha, la imagen de esta semana quizá no sea de las más atractivas, lo reconozco. Sin embargo, la historia que yace detrás de esos hilos bordados es única. Por eso omitimos este domingo la acostumbrada foto en sepia porque esta pieza lleva en sí misma una dosis de historia y contemporaneidad, y ha llegado a nosotros, también, a través del tiempo.
Cuando la caña bautizó con la riqueza la ciudad de Trinidad, nació la estirpe de los Condes de Casa Brunet, matrimonio formado por Nicolás de la Cruz Brunet y Muñoz con Ángela Borrell y Lemus. Tuvieron 12 hijos. La primogénita de ellos fue Josefa María Brunet y Borrell, La Condesita.
Cuentan que cuando La Condesita se fue a casar una esclava se ofreció a bordarle un par de sandalias para su boda. Cuando terminó la primera, murió... y nadie se atrevió a realizar la segunda, tal vez por superstición, tal vez por respeto a la fallecida. De una forma u otra, La Condesita no pudo lucir aquel calzado prometido.
A nuestros días aún llegan ecos de aquel legendario acontecimiento que, contado así, parece una historia envuelta en un halo de misterio, una leyenda…
¿Y si les digo que tienen ante ustedes la imagen de esa zapatilla bordada por la esclava?... Por inverosímil que parezca aquí está el testigo fehaciente de una historia que ha esquivado las barreras del tiempo y llega a nuestros días, porque la pieza aún se conserva tal cual aparece aquí. De hecho, la foto fue tomada hace aproximadamente dos meses.
Pero lo más interesante resulta quién guarda esta joya… nada más y nada menos que la bisnieta de La Condesita, una señora que a sus 92 años conserva una lucidez envidiable. Ella, la bisnieta, aún vive en Trinidad y se ha dado la tarea de perpetuar en tinta los recuerdos de la familia.
Seguro muchos sabrán de quién se trata, otros quizá tengan sus sospechas pero no están seguros del todo. Yo mantengo la intriga hasta el martes, cuando conversaremos en la Isla nuestra de cada día acerca de esta mujer de fábula.

La Condesita Brunet

domingo, 23 de septiembre de 2012

Tesoro escondido



Oculto tras capas de pintura un tesoro espera por ser descubierto. Con paciencia espera que el restaurador de suaves golpes en la pared, como quien deshoja una flor hasta llegar al mismo núcleo. Ahí está, una pintura mural de hace siglos cuyos colores, aunque desgastados,  todavía conservan la otrora belleza. El restaurador da uno y otro toquecito, la pintura crece, hasta develar una cenefa de listas, un jarrón, un lazo…Riquezas sepultadas como esta habitan en las paredes de no pocos hogares e instituciones de Cuba. Específicamente en Trinidad, embellecieron las casonas coloniales de los acaudalados de la época. Hoy, se resisten al tiempo y todavía sorprenden inesperadamente como le sucedió a este joven, quien nunca imaginó la maravilla que le aguardaba detrás de las capas de cal.

A TRAVÉS DEL TIEMPO

Otra vez la Plaza Mayor de Trinidad, pero en esta oportunidad les invito a fijarse en los pinos que hay sembrados junto a las palmas. Este escenario, tal cual se nos presenta en la fotografía, no lo conocí. De esta imagen solo llegan hasta nuestros días las palmas junto a otras flores muy bien cuidadas que alegran el entorno del lugar. Pero estos pinos despiertan mi curiosidad, en tiempos navideños la belleza debió ser increíble.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Otra estampa trinitaria

Nunca pensé que los jazmines despolvaran tantas memorias la semana anterior. Me sorprendió sobremanera ver cómo brotaron los recuerdos con el aroma embriagador de las flores. Entonces descubrí una nueva imagen de Trinidad: los jazmines.
Hace unos días sucedió algo curioso: tomé la fotografía de este burrito amarrado a otro poste del tendido eléctrico, en espera de su dueño, quien estaba de visita en una de los domicilios cercanos. Cuando llegué a casa, revisé mi pequeño archivo de imágenes antiguas para decidir cuál incluir este domingo a través del tiempo. ¡Vaya coincidencia! Me salta a los ojos este señor con otro burrito, recorriendo las calles de esta villa años atrás. Resolví entonces que además de leyendas, tradición, patrimonio, etc., habría que dedicar un capítulo de la historia trinitaria a los animales que siempre han recorrido las piedras, con cargas sobre sus lomos, de aquí para allá como este burrito, por ejemplo, o los caballos con los quitrines y volantas en siglos pasados... De seguro si estos animales tuvieran el don del habla sus anécdotas serían muy pintorescas, ¿cierto? Imágenes como esta me hacen repetir una verdad que esgrimo orgulloso: Trinidad nunca deja de sorprender, siempre tiene estampas nuevas que ofrecernos.
A TRAVÉS DEL TIEMPO 


domingo, 9 de septiembre de 2012

La persistencia de la naturaleza

La naturaleza tiene cosas tremendas. Quien hubiese visto esta planta cuando asomaba apenas unos centímetros por encima del muro, ni siquiera podría imaginar que escalaría tan alto, al punto de adueñarse completamente de un poste del tendido eléctrico. Creo que esta foto nos habla también de la perseverancia, de la paciencia para alcanzar nuestros sueños… Ya lo dijo Mahatma Gandhi “La alegría está en la lucha, en el esfuerzo (…) que supone la lucha (…)”.
 A TRAVÉS DEL TIEMPO

Una vista de la Plaza Mayor de Trinidad desde el Museo Municipal de Historia, otrora palacio de don Justo Germán Cantero, rico sacarócrata en tiempos de la caña. Es este un paisaje de ensueño que nunca nadie se cansará de contemplar; una vista siempre fresca aunque pasen los años, donde hechizan quienes visitan el terruño, o aquellos que, de vez en cuando, suben hasta la torre del museo, aun cuando caminen a diario por la villa.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Recuerdos de una visita

Faltan pocos días para celebrar con júbilo cuatro siglos de la aparición de la Virgen de la Caridad el Cobre en tierra cubana. Lente Compartido se adelanta al acontecimiento, prescinde de la imagen a través del tiempo esta semana y comparte algunas instantáneas que tomé en junio pasado, cuando la Virgen Mambisa visitó Trinidad. Fue este un momento tan especial para todos los moradores del terruño que aún se siente el mensaje de paz, esperanza y aliento que María de la Caridad dejó en esta villa.
Reina en el corazón, reina en el corazón del pueblo cubano.
Siembra siempre el amor, madre del pueblo.
Siembra el amor.
Recibimiento
 
















 El encuentro con el Cristo de la Vera Cruz

Recorriendo Trinidad
Paseando por la bahía de Casilda

Nota: los espero el martes en la isla nuestra de cada día con una historia relacionada con la Virgen de la Caridad y un patriota trinitario...