Con la llegada de los vientos que anuncian los cambios de temperatura de noviembre, reaparece la tierna estampa de los niños empinando papalotes. De distintos colores, formas… cada uno se empeña por mantener en el aire el juguete y compiten entre ellos para ver cuál vuela más alto, o tiene la cola más larga; cuál posee los colores más vivos… Así, al llegar la tarde, cada cual se lanza a las calles para hacer volar su papalote y, con la ingenuidad propia de los pequeños-como el de la foto de este domingo-, colorean el cielo.
A TRAVÉS DEL TIEMPO
Esta semana les regalo la misma calle de las fotos, solo que esta imagen de la calle Desengaño, en Trinidad, data de 1923. Tal vez ya por esa época los niños aguardaban el ocaso para empinar sus papalotes…
Hola Carli como cada Domingo aquí estoy, muy lindo este post de " Lente" recuerdo mi infancia, yo también "hice volar papalotes" en mi tiempo se decía también " empinar cantores" ya sabes que Urbanito era mi mejor amigo en mi infancia, como mi hermano, ( aun lo es) y el aprendió de su papá Reneé Sibello a hacer jaulas y papalotes de las varillas de caña, que llamábamos "guiñes" linda amistad que aun conservo, linda infancia, jugué a las canicas, patiné, aprendí a montar bici, en fin... Bellos recuerdos del pasado. Recuerdo que a los papalotes mas grandes le llamaban " Coroneles" y muchas veces subíamos a "las Cuevas" a hacerlos volar, habían chicos pandilleros que a sus papalotes le ponían en el rabo( que se hace de tiras de trapos viejos) cuchillas de afeitar ya usadas para con ciertas maniobras , cortar la pita o cabulla de otros y ganar la partida, se llama "irse a pique" ja ja , me acuerdo de todo. Que tiempos!!!! Las cuchillas eran rusas de la marca Astra, también existían algunas de USA Guillet, besos Carli, muy memorable tu Post.
ResponderEliminarTodavía se le amarran al rabo las cuchillas cuando se quiere derribar a un papalote, y los muchachos pelean y todo. Es maravillos ver escenas como esta, cómo con dos barillas y papel se construyen estos juguetes que han sobrevivido a la era del atari, de los viedojuegos... yo también tuvbe los míos, pero no era muy bueno a la hora de echarlo a volar. Cuanndo vengas, ¿me enseñas? jejejejeje
EliminarUn besote.
Un juguete, una distracción de fácil confección..varillas de pito, papel de "calcar" , pegamento o macilla confeccionada con "harina de pan", vuelos en los bordes con papeles de colores para darle más movimiento al enfrentarlo al viento, combinaciones en triángulos, cuadrados, con máscaras dibujadas, hilo que los levantaba en vuelo y las tiras con nuditos para que no pesara el rabo... así los muchachos del barrio esperaban la entrada del invierno; por supuesto con menos elegancia y posibilidades de elevarse estaba la chiringa. Habían personas que se dedicaban a confeccionarlos y verderlos y no solo se establecia la competencia del mejor papalotero sino del que mejor lucia su papalote. Siempre llegan los recuerdos, yo no los empiné pero si fuí a la Popa a verlos empinar. Bonito post, como nos tienes acostumbrados, y desde esa parte alta de la calle Desengaño hace buen sitio por la brisa que bate para este entretenido juego. El abrazo de siempre, Mayra
ResponderEliminarDesafortunadamente los vendedores de papalotes ya casi no se ven, Mayra. Cuando niño sí veía a algunos por los barrios, pero al menos por estos días no se les ve mucho. Pienso que las tiendas en moneda nacional deberían impulsar la producción de papalotes, al menosn para esta época del año. esta imagen habla por sí sola de que los niños todavía apuestan por este juego... será que los papalotes también están condenados a la extinción???? Un besote con la brisa de la calle Desengaño.
EliminarEl papalote es como una linda metáfora a "volar"... con los pies en la tierra. Lindo recuerdo. Creo se debería impulsar en Trinidad el rescate de esa tradición . se me ocurre que se podría una vez al año hacer un peregrinaje, papalote en mano, hacia la loma de la vigía o hasta la Popa y realizar una exhibición competencia entre los niños del pueblo.
ResponderEliminarExcelente propuesta, rayma y no es tan difícil y creo que los niños lo agradecerían... a veces pienso por qué estrategias así, que motivan el rescate de nuestras tradiciones sin tantos discursos ni conferencias aburridas, o acciones plasmadas en el papel... no se les ocurren a quienes están al frente de los proyectos comunitarios.
EliminarUn beso y disculpa esta respuesta atrasada, pero tú sabes: problemas conexión, internet.... jejeje, nada nuevo!
Jejeje, me encantaría volver a emoinar papalote desde las lomas cercanas a Trinidad, o desde el aeropuerto, como tantas veces hice en infancia.
ResponderEliminarSabes, Carli, he tratado de mantenerme fiel a mi infancia. En ocasiones escucho que me dicen: Manuel, actúas como un niño! Y me alegra muchísimo oirlo! Sólo respondo: Gracias!
En fin, encantador tu post de esta semana!
El Manue
Manue: nunca dejes de actuar como un niño, al final eso nos mantiene vivo. Yo me sé películas enteras de los muñes de mi generación, aunque yo soy más joven que tú jejejejejeje.
Eliminarcuando vengas vamos a la popa para ver a los niños, si quieres puedes empinar un papalote, yo no, nunca se me dio bien jejejeje
Un barazote y, aunque tarde por mi parte, te agradezco tu fidelidad al lente de cada semana.